El pasado lunes me encontré con Elizabeth una amiga que
hacia bastante tiempo que no veía, lo cierto es que hacía años que no sabía de ella.
Al igual que yo Elizabeth es una persona que siempre está
buscando alternativas para ganar dinero sin depender de un jefe, es una persona
que le gusta ver proyectos nuevos pero siempre algún “miedo” le frena.
En fin, la cuestión es que Elizabeth y yo nos pusimos a
hablar, ella no tenía ni idea de que yo estaba en multinivel, pues perdí
contacto con ella antes de entrar en la industria multinivel, y por supuesto,
no sabía nada de mis resultados en esta modalidad de negocio.
Me pregunto si estaba con algún proyecto interesante, en
algún negocio o que si estaba trabajando para alguien.
¿Adivinas cuál fue mi respuesta?, Como suelen decir algunos
grandes del multinivel “¡Ven, nos tomamos algo y te explico!”.
Pues NOOOO, esa no fue mi respuesta, un networker
profesional no se precipita, no va tras la gente como un desesperado, eso lo
hacen los aficionados y las personas que están desesperadas por ganar algo de
dinero a cualquier precio, pero un profesional no actúa así.
No podemos saltar de esa manera al cuello de las “presas”
como si de una gacela se tratara y nosotros fuéramos el león.
Lo que le dije es: “Sí, estoy con un negocio que nos está
funcionando muy bien”, me pregunto de que se trata y le dije nuestra misión
“Ayudar a las personas a desarrollarse personal y financieramente”, me preguntó
que le ampliara detalles y le dije que no era el momento, y que era extenso de
contar, que si le interesaba saber de verdad de que se trata que ya me lo
diría.
Ya está, eso fue lo que hice, si quiere saber de mi negocio
tendrá que “rogarme” que yo le cuente de que se trata, tengo que ver un interés
real en la otra persona, sino, no pierdo el tiempo con nadie.
A continuación lo que hice fue preguntarle por su vida, por
la familia, su hermano…y conversar un rato con ella, pero sin mencionar nada más
sobre el tema de mi negocio. Yo no le ruego a nadie que se una a mí, sé muy
bien el proyecto que llevo entre manos, el equipo que tenemos y se el potencial
de todo esto, no tengo porque rogar ni suplicar que se unan a mi negocio. Sé
muy bien que le puedo ayudar a mejorar su calidad de vida, pero tengo que ver
un interés en la otra persona.
Al cabo de 3 días mi amiga me llamó por teléfono y me
preguntó si podía facilitarle información sobre mi negocio y el proyecto en el
que estaba involucrado, pues quería saber de qué se trataba.
Ahora era ella quién me pedía información, ahora si podía
dársela, con lo que le envié un e-mail con la información que nosotros tenemos
para explicar el proyecto. Al siguiente día quedamos en casa para ultimar todos
los detalles y resolver sus dudas.
Lo que quiero que entiendas es que no tienes que ir detrás
de la gente, tú te estás haciendo rico y no ellos. ¿Por qué ibas a tener que
suplicar a las personas que se unan a ti? Y tú puedes, mejor dicho, debes
adoptar esa posición aunque acabes de empezar en el negocio, aunque no hayas
cobrado un cheque aún, porque por el simple hecho de estar en el negocio y en
el camino, ya has entrado en la senda hacia el éxito y tu libertad financiera,
has dado un paso importante, ahora solo has de andar el camino y no desistir.
¡Un Abrazo!
“El éxito no es la clave de la felicidad, la felicidad es la
clave del éxito”. - Herman Cain.
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